Este impulso en los precios se debió, sobre todo, a la vivienda de segunda mano, que elevó su precio un 7,9% en tasa interanual, tasa seis décimas superior a la del segundo trimestre y la más alta desde el segundo trimestre de 2022, cuando también subió un 7,9%.
Por su parte, el precio de la vivienda nueva se incrementó un 9,8% interanual en el tercer trimestre, tasa 1,4 puntos inferior a la del trimestre anterior.
En tasa intertrimestral (tercer trimestre sobre segundo trimestre), el precio de la vivienda libre subió un 2,8%, ocho décimas menos de lo que aumentó en el segundo trimestre.
Entre julio y septiembre, el precio de la vivienda usada creció un 2,8%, tasa nueve décimas inferior a la del trimestre anterior, mientras que la vivienda nueva elevó su precio también un 2,8%, ampliando en una décima el avance experimentado en el segundo trimestre del año.