De este modo, la contracción de la actividad en la economía japonesa por causa de la crisis de la Covid-19 fue menos intensa que la registrada en 2009 por la crisis financiera que desembocó en la gran Recesión y que provocó una caída del PIB del 5,7%.
En el año 2020, el consumo privado experimentó una caída anual del 5,9%, frente al descenso del 0,3% de 2019, incluyendo una bajada del 6,3% del consumo de los hogares, mientras que el consumo del Gobierno aumentó un 2,7%, frente al 1,9% del año anterior. De su lado, la formación bruta de capital fijo por parte de las empresas retrocedió un 4,1% en el año, después de aumentar un 0,9% en 2019.
Asimismo, la balanza comercial japonesa registró una aportación negativa de dos décimas en 2020, con una retroceso del 1,4% de las exportaciones y del 0,4% de las importaciones.
En el cuarto trimestre de 2020, el PIB de Japón creció un 3% interanual, después de la expansión del 5,3% observada en el tercer trimestre, tras las caídas del 8,3% entre abril y junio, así como del 0,6% entre enero y marzo de 2020.
El consumo privado en el cuarto trimestre creció un 2,2%, frente al repunte del 5,1% del tercer trimestre, mientras que el gasto del Gobierno aumentó un 2%, ocho décimas por debajo del incremento observado entre julio y septiembre. De su lado, la formación bruta de capital fijo aumentó un 3,2% en el último trimestre, tras caer un 2,2% en el tercero.