En cambio, el organismo ha rebajado una décima su estimación inicial sobre el crecimiento del PIB interanual del cuarto trimestre 2022, desde el 2,7% al 2,6%. De este modo, esta tasa se sitúa más de dos puntos por debajo de la registrada en el tercer trimestre (4,7%).
Con el crecimiento del 5,5% experimentado en 2022, superior en 1,1 puntos al pronosticado por el Gobierno (4,4%), la economía española encadenó su segundo crecimiento anual consecutivo después del avance del 5,5% que registró en 2021 y que supuso el retorno a tasas positivas tras el descenso histórico del PIB del 11,3% provocado por la irrupción del coronavirus.
En este sentido, la demanda nacional aportó 3,1 puntos al crecimiento del PIB en 2022, cifra 2,1 puntos inferior a la de 2021, mientras que la demanda externa contribuyó con 2,4 puntos, 2,1 puntos por encima del ejercicio anterior.
A precios corrientes, el PIB de 2022 se situó en 1.327.108 millones de euros, un 10% más que en 2021.
Respecto a tasa interanual, el PIB del cuarto trimestre creció un 2,6%, lo que supone 2,1 puntos menos que en el trimestre precedente (4,7%), debido, sobre todo, a una menor aportación de la demanda interna. En concreto, la contribución de la demanda nacional al crecimiento del PIB interanual fue de 0,9 puntos, 1,9 puntos menos que en el tercer trimestre de 2022, en tanto que la demanda externa contribuyó con 1,7 puntos, dos décimas menos.
El consumo de los hogares moderó su crecimiento interanual más de dos puntos en el cuarto trimestre, hasta el 2,7%, mientras que el gasto público aumentó un 2,3% tras cuatro trimestres en negativo. La inversión, por contra, desaceleró su crecimiento casi 4 puntos, hasta el 2,6%.
En la recta final de 2022, el PIB creció un 0,2%, lo mismo que en el tercer trimestre. Con este dato, se acumulan siete trimestres consecutivos de tasas positivas.
El consumo de los hogares disminuyó un 1,8% entre octubre y diciembre (+1,8% en el trimestre anterior), registrando su primer descenso trimestral desde el primer trimestre de 2021.
En paralelo al frenazo del consumo de las familias, el gasto público aceleró su crecimiento trimestral tres décimas, hasta el 1,9%, al contrario que la inversión, que se contrajo un 3,7% en el cuarto trimestre, su mayor descenso trimestral desde el segundo trimestre de 2020, cuando arrancó la pandemia.
Por su parte, y sobre el empleo, el número de horas efectivamente trabajadas disminuyó un 0,1% respecto al tercer trimestre, una décima menos que en el trimestre anterior. En términos interanuales, la caída es de cinco décimas, hasta el 2,7%.
La tasa de variación interanual de las horas trabajadas en las ramas industriales se situó en el 2,0%, lo que supone 2,7 puntos menos que en el trimestre precedente. En el caso de la Construcción, la variación interanual fue del 2,6%, con un incremento de 1,8 puntos respecto al trimestre anterior; mientras que en el sector Servicios se redujo una décima su variación interanual respecto al tercer trimestre, hasta el 3,5%.
Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, definidos como el número de horas trabajadas entre la jornada media realizada en puestos de trabajo a tiempo completo, aumentaron un 0,1% respecto al trimestre anterior. Esta variación es 1,0 puntos inferior a la del tercer trimestre y se explica por el efecto combinado de la variación de las horas trabajadas y el aumento de la jornada media en puestos de trabajo a tiempo completo (de −1,3% a −0,3%).
En términos interanuales, el empleo presentó un crecimiento del 2%, ocho décimas inferior al registrado en el trimestre precedente, lo que supone un incremento de 386.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.