Según los datos del mercado consultados por Europa Press, poco después de conocer el mercado la decisión del BCE, el metal precioso ha llegado a subir ese 0,75%, a 2.164,78 dólares la onza, aunque por la tarde los avances se moderaban al 0,2%, situándose el oro en los niveles de los 2.150 dólares.
En lo que va de año, el oro acumula una revalorización del 4,3%, si bien los avances se han concentrado especialmente esta semana -desde el cierre del pasado viernes el oro sube un 3,5%- al son de las declaraciones y movimientos de los bancos centrales a propósito de cuándo y con qué intensidad llegarán los tipos de interés.
En concreto, tras una revisión a la baja de las previsiones ‘macro’ en cuanto a la actividad y la inflación, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha señalado en la comparecencia posterior que junio será la reunión clave para bajar los tipos de interés. De su lado, el presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, apuntó ayer ante el Congreso de ese país que ve probable que el organismo empiece a bajar los tipos de interés este año si la economía estadounidense “evoluciona como se espera”.
Además, Powell ha incidido en ese mensaje hoy frente al Senado al apuntar que ve “probables” bajadas de interés este año con la muletilla habitual de supeditar esa decisión a una inflación que se \»acerque de manera sostenida al objetivo del 2%.
Tras este carrusel de declaraciones, el oro llegó a subir ayer un 1% y alcanzó máximos -perforados hoy- en los 2.150 dólares, rompiendo a su vez los máximos del martes en los 2.141 dólares. Previamente a ello, habría que remontarse al pasado 4 de diciembre, cuando tocó los 2.135 dólares, para encontrar los máximos de la onza de oro.