Su tecnología puntera proporcionará a los astrónomos una herramienta única para entender el Sol y cómo este determina las condiciones del espacio cercano a la Tierra.
España lidera el consorcio internacional del EST a través del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), como coordinador, y el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). El Telescopio Solar Europeo, que está previsto que se empiece a construir en 2024 en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma, podría estar en funcionamiento en 2029.
España lidera el consorcio internacional del EST a través del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), como coordinador, y el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC)
Los investigadores Manuel Collados, del IAC, y Luis Bellot, del IAA-CSIC, serán los encargados de explicar en detalle el proyecto EST y la contribución española a este proyecto.
Durante el acto se proyectará Reaching for the sun, un documental presentado por su director, Emilio García (IAA-CSIC) que hace un repaso por más de 400 años de historia sobre la observación del Sol en Europa desde Galileo Galilei y que ubica el Telescopio Solar Europeo en el marco de la investigación en física solar actual.
Buque insignia de la física solar europea
“Para los científicos, uno de los mayores retos a los que se enfrenta la física solar consiste en entender los procesos que generan y concentran campos magnéticos en la zona más baja de la fotosfera, la región de donde procede la luz visible del Sol que llega a la Tierra”, explica Bellot.
Aunque se cuenta con telescopios solares con tecnologías avanzadas, estas no permiten todavía observar los procesos fundamentales que dan origen a dichos fenómenos magnéticos.
Entenderlos es vital, porque el Sol proporciona un modelo único para entender el resto de las estrellas del Universo y sirve como referencia en términos de procesos físicos, composición química, estructura y evolución, según explican desde el proyecto.
El objetivo del Telescopio Solar Europeo es investigar la estructura, dinámica y energía de la baja atmósfera solar
Esto requiere observar procesos físicos que tienen lugar en la pequeña escala, es decir, de menos de 30 kilómetros en la superficie solar.
Para ello, el telescopio estará equipado con un espejo de 4,2 metros, un sistema de óptica adaptativa avanzada e instrumentos especializados en observaciones de alta sensibilidad a lo largo del espectro visible e infrarrojo cercano.
Considerado buque insignia de la física solar europea, el proyecto fue incluido en la hoja de ruta del Foro Estratégico Europeo de Infraestructuras de Investigación (ESFRI, por sus siglas en ingles) en 2016 y está promovido por la Asociación Europea de Telescopios Solares (EAST), que está formada por 26 instituciones pertenecientes a 18 países europeos y representa a una comunidad de más de 600 físicos solares.