A su vez, el dato de inflación armonizada, empleado por Eurostat en sus estadísticas, disminuyó al 2% durante el octavo mes del año, dos décimas menos que en julio.
La evolución de los precios se vio condicionada por la mayor bajada del coste de la energía, que registró un descenso interanual del -5,1% tras la caída del -1,7% en julio. De su lado, el precio de los alimentos repuntó por quinto mes consecutivo hasta el 1,5% frente al ascenso del 1,3% del mes previo, según Europa Press.
“La reducción de los precios de la energía frenó la inflación en agosto de forma más importante que en los meses anteriores. En cambio, el aumento de los precios de los servicios, que siguen por encima de la media, hizo subir la inflación”, ha explicado la presidenta de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), Ruth Brand.
De excluirse el impacto de la energía y de los alimentos frescos, la tasa subyacente de inflación de Alemania se situó en el 2,8%, una décima más.