En declaraciones en el Congreso de los Diputados, ha destacado que, de esta forma, el próximo año se va a cumplir ya con el Pacto de Estabilidad, al registrar un déficit máximo del 3% del PIB, gracias a la «buena» evolución de la economía y la creación de empleo, que está permitiendo aprovechar la mejora de los ingresos para el proceso de consolidación fiscal.
«Lo bonito y lo bueno es que para el 2024 se hace (establecer el déficit en el 3% del PIB) justamente sin practicar políticas de recorte, ayudando a todos los sectores que están en peor situación y protegiendo a la mayoría social del país», ha destacado.
En concreto, la senda de reducción de déficit para el conjunto de las Administraciones Públicas será de un 3,9% en 2023; 3% en 2024; 2,7% en 2025; y 2,5% en 2026. Con esta senda, se alcanzará un superávit primario ya en el año 2025, apunta el Gobierno.
«Pese a la pandemia y los efectos de la guerra en Ucrania, en solo dos años España ha reducido el déficit más de la mitad al pasar del 10,1% en 2020 al 4,8% en 2022. Esto supone una disminución de más de 5 puntos porcentuales de PIB, la mayor rebaja de la serie en ese periodo sin incluir la ayuda financiera. En total, se trata de una disminución de 49.500 millones de euros desde 2020», detalla el Ejecutivo, que atribuye la reducción del déficit al «sólido crecimiento económico de España, superior a la media de los países de la UE, y al dinamismo en la creación de empleo, con cifras récord de afiliación a la Seguridad Social».
REDUCCIÓN DEL DÉFICIT SIN RECORTES
Así, ambos factores —crecimiento económico y empleo— permiten un aumento estructural de los ingresos, que en 2022 fue del 14,4%. En este aspecto, la inflación sólo aportó 5 puntos a ese crecimiento de los recursos. La previsión del Gobierno es que el aumento de los ingresos vaya moderándose en los próximos años, pero que siempre mantengan un crecimiento superior a la previsión de inflación.