El Gobierno de Pedro Sánchez ha querido justificar este viernes la venta de 400 bombas a Arabia Saudí. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, ha afirmado que el armamento vendido “son láser de alta precisión”, por lo que “si son de alta precisión no se van a equivocar matando a yemeníes”.
En todo caso, Celaá ha reconocido que no pueden garantizar que las bombas no vayan a parar contra la población civil en la Guerra de Yemen. La ministra portavoz ha aseverado que en el contrato de venta “no hay especificación, naturalmente” sobre si se utilizarán en dicho conflicto bélico.
Pese a ello, ha apuntado que “por las características de los misiles láser no parece que vayan orientados a ese fin, eso es lo que considera el Gobierno”. Celaá ha apostillado que la decisión de la venta se ha hecho “de manera colegiada” dentro del seno del Ejecutivo.
Este argumento de la portavoz del Gobierno de que las bombas son de precisión, ya fue lanzado por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. El socialista defendió que se trata de un armamento que “no produce efectos colaterales en el sentido de que da en el blanco que se quiere con una precisión extraordinaria”.
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