En un comunicado, la vicepresidenta valora otras propuestas, como el impulso a la contratación bilateral de energía, o la vigilancia del mercado eléctrico y del mercado de emisiones de CO2, con el objetivo de que “el precio del gas no contamine el precio de la electricidad”. Unas medidas que están dentro de las propuestas realizadas por España en las últimas semanas.
Ribera apunta que la tensión en el mercado de gas “puede mantenerse todavía algún tiempo y sería una pena que Europa no esté a la altura de las circunstancias, intentando corregir, cortar, esa hemorragia que se produciría en el conjunto de la economía europea si no se reaccionara”.
La ministra, no obstante, cree que el Ejecutivo comunitario es consciente de que los precios del gas “son equiparables a los de la crisis del petróleo de la década de 1970” y agradece la convocatoria de un Consejo Extraordinario de Ministros de Energía para el próximo 26 de octubre centrado en los precios del gas y la electricidad.
Las medidas propuestas por Bruselas son las siguientes: ayudas de emergencia a los consumidores con menos recursos; autorizar el aplazamiento temporal del pago de las facturas; establecer salvaguardias para evitar desconexiones de la red; proporcionar reducciones temporales y específicas de los tipos impositivos para los hogares vulnerables (es decir el IVA); proporcionar ayudas a empresas o industrias, de acuerdo con las normas de la UE sobre ayudas estatales; mejorar el alcance internacional de la energía para garantizar la transparencia, la liquidez y la flexibilidad de los mercados internacionales; investigar posibles comportamientos anticompetitivos en el mercado de la energía y pedir a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM) que refuerce el seguimiento de la evolución del mercado del carbono.