Nueva jornada de negociaciones in extremis. La aprobación del paquete fiscal está en al aire. El Gobierno afronta una votación de infarto ante la falta de apoyos, que son necesarios para dar luz verde a esta reforma. ¿El motivo? El futuro del impuesto a las energéticas. El Ejecutivo acordó hace unos días con ERC, Bildu y BNG prorrogar por un año más este gravamen. Sin embargo, también ha pactado con Junts la retirada de esa medida para aquellas compañías “que mantengan su compromiso efectivo de inversión para la descarbonización”.
En este escenario el Gobierno no cuenta con el apoyo de Podemos para que Congreso apruebe el paquete fiscal, clave para encaminar la negociación de los Presupuestos. Los morados amenazan con hacer caer la reforma si no lograr el compromiso de que Moncloa obtiene los respaldos necesarios para mantener el impuesto a las eléctricas vía decreto-ley.
“Todavía no hay acuerdo”, ha destacado la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en declaraciones a TVE, donde ha reiterado la necesidad de que el gravamen a las energéticas siga vigente un año más. Eso sí, no ha dejado claro si su formación votará en contra o se abstendrá. Lo que sí ha asegurado es que el Gobierno está “tratando de esconderse detrás de Junts” para oponerse a un impuesto que es “imprescindible”.
“No vamos a apoyar un paquete fiscal que deja fuera uno de los elementos centrales de la reforma fiscal, porque quiero recordar, este impuesto extraordinario se consiguió precisamente con el voto de Podemos”, ha incidido Belarra.
De esta manera, todos los focos están en Podemos en una nueva votación de infarto en el Congreso.
