El fin de la ‘era Merkel’ pinta un panorama sombrío para el euro

La decisión de la canciller Angela Merkel de no presentarse a la reelección como líder de los conservadores alemanes no sólo supone el fin de una era para la política europea, sino que también puede traducirse en un panorama todavía más sombrío para el euro, que lleva sin levantar cabeza en todo el año.

El euro cayó por debajo de los 1,14 dólares el lunes tras el anuncio de Merkel, llevando su caída de octubre a casi un 2% frente a su par estadounidense y dirigiéndose a su mayor caída mensual desde mayo. En lo que va de año, la divisa acumula una caída de más de un 5%, en contra de las previsiones de los analistas, que auguraban un rally.

Los analistas comienzan a medir el impacto que puede tener la marcha de una figura que ha marcado la política europea en los últimos años. Crossbridge Capital considera, de hecho, que es poco probable que termine su mandato como canciller, y que no tenga un sucesor claro “solo aumentará las preocupaciones” para los inversores.

“Para la UE y la zona euro, lo único peor que una Alemania fuerte es una Alemania débil”, señala Manish Singh, director de inversiones de Crossbridge Capital, a la agencia Bloomberg. “Con la salida de Merkel, a la UE se le escaparía al único líder político que parece tener la estatura y la experiencia para mantener unido a un bloque que tropieza de una crisis a la siguiente. La UE podría desviarse sin ataduras y sin dirección con graves consecuencias sociales para el continente”.

Lo cierto es que el anuncio de la marcha de Merkel se produce en un momento en que los mercados europeos no terminan de tener una buena noticia que llevarse a la boca. Con la economía europea registrando su menor crecimiento en los últimos cuatro años, la actualidad política no ha dejado de dar sustos, con epicentro en Italia. En ese sentido, poco ha durado el respiro después de que S&P Global Ratings dejase sin cambios la calificación de Italia

En Merkel, los inversores veían a un líder que podía abordar temas tan espinosos como la inmigración y el Brexit, al tiempo que un paladín de la austeridad fiscal. A más largo plazo, la erosión de la autoridad política de Merkel implica que la reforma institucional de la zona del euro está estancada, según Société Générale.

“Si bien esto no tendrá una influencia directa significativa en la dirección a corto plazo del euro, debería desinflar cualquier expectativa de que la moneda única represente un desafío para el dólar estadounidense como la moneda de reserva global”, apuntan los analistas del banco francés.

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