La moneda común llegó a caer hasta un 0,7%, hasta 0,988 dólares, en las operaciones de Londres, el registro más bajo desde 2002. Las bolsas también han registrado retrocesos, aunque menores que al inicio de la sesión. El EuroStoxx 55 se ha dejado un 1,5%, mientras que el Dax alemán ha caído un 2,2%, el Cac francés un 1,2% y el Ibex 35 ha retrocedido un 0,9%%.
En los mercados energéticos, los futuros del gas holandés TTF, el contrato europeo de referencia, han subido un 31% hasta los 272 euros por megavatio hora, acercándose de nuevo a los máximos históricos alcanzados por encima de los 340 euros hace poco menos de dos semanas.
La nueva subida de precios se produce en un momento en que las capitales europeas se esfuerzan por contener la creciente preocupación por la “militarización” del suministro de gas al continente por parte de Rusia.
Países europeos como Suecia y Finlandia se apresuraron durante el fin de semana a proporcionar financiación gubernamental a las utilities que se enfrentan a un fuerte aumento de los requisitos de garantía en las bolsas, advirtiendo de que, sin intervención, los mercados energéticos podrían colapsar y amenazar el sistema financiero en general, informa Financial Times.
La volatilidad del comienzo de la semana se produjo después de que Rusia suspendiera indefinidamente los flujos de gas natural a través del gasoducto Nord Stream 1, estrangulando aún más el suministro energético de Europa y aumentando los riesgos de recesión en el bloque. La empresa estatal Gazprom dijo que la suspensión se debía a un fallo técnico.
Finalmente parece haberse hecho realidad el escenario más temido por los mercados. El anuncio de Rusia de cerrar indefinidamente el gasoducto se produjo apenas unas horas después de que los países del G7 anunciaran sus planes de imponer un límite a los precios de las exportaciones de petróleo ruso, en un intento de reducir los ingresos que llegan a Moscú y que podrían utilizarse para financiar su invasión de Ucrania.
El último giro en la crisis energética añade aún mayor presión al BCE, cuyo consejo se reunirá a finales de esta semana. Varios grandes bancos de inversión, como JPMorgan, Bank of America y Goldman Sachs, dijeron la semana pasada que esperaban que el banco central subiera los tipos de interés en 0,75 puntos porcentuales, la mayor subida desde 1999, en su lucha contra la inflación récord. El aumento del precio de la gasolina podría empeorar la situación de la inflación, pero también ensombrece las perspectivas de crecimiento económico.