El periódico ya había reducido considerablemente sus publicaciones –de 200 mensajes diarios en X había pasado a unos 20 a la semana–, pero a partir de ahora dejará por completo de publicar de manera definitiva habida cuenta de «la falta de regulación y moderación de la plataforma» y de que a los autores de mensajes «cuestionables» les basta con pagar para obtener más difusión.
«Ahora, X ha dado la espalda a los medios y no ofrece las condiciones necesarias para el ejercicio calmado del periodismo, como han constatado también el periódico británico ‘The Guardian’ y el español ‘La Vanguardia’. Algo amargo e irónico, teniendo en cuenta que las redes se construyeron en gran parte a partir de los intercambios elaborados por terceros», lamenta.
El director, François-Xavier Lefranc, se ha preguntado «cómo herramientas de debate que podían ser útiles para la democracia» han podido «transformarse» en «máquinas infernales que ignoran las reglas del Derecho y de la ética». «¿Por qué esta impunidad?», ha señalado en un editorial.