La elección de los estadios que representarán a España en la candidatura conjunta con Portugal y Marruecos para el Mundial 2030 ha abierto una brecha institucional. El Consejo Superior de Deportes revela que la RFEF rechazó sus recomendaciones para incluir criterios técnicos y estratégicos en la selección de las sedes, lo que ha generado controversia sobre transparencia y objetividad en un proyecto que busca ser emblemático al unir, por primera vez, tres continentes.
El CSD buscaba representación territorial equitativa
El organismo presidido por José Manuel Rodríguez Uribes pretendía asegurar una distribución equilibrada y estratégica de las sedes, incluyendo a todas las comunidades autónomas aspirantes, considerando además factores como la insularidad y la proximidad geográfica con Portugal y Marruecos. Sin embargo, estos criterios técnicos y estratégicos fueron descartados por la Federación.
La RFEF optó por una selección basada en criterios FIFA
Según la RFEF, la elección final respondió a parámetros establecidos por la FIFA, adaptados de la evaluación utilizada para la candidatura del Mundial Femenino de 2027 en Brasil, enriquecidos con aportaciones internas. No obstante, esta explicación no satisface al Consejo Superior de Deportes, que subraya la importancia de incluir elementos estratégicos adicionales por la singularidad de la candidatura conjunta.
«El CSD reclamó criterios que valorasen la pluralidad territorial y la cercanía con los países socios, pero la RFEF mantuvo su postura técnica, limitando las sedes españolas a once estadios»
Sin acuerdo institucional ni validación del gobierno
Ante la negativa federativa a asumir estas recomendaciones, el CSD dejó claro que no participó ni validó el proceso definitivo. En una carta fechada el 18 de julio de 2024, Uribes solicitó expresamente a la Federación defender las trece sedes inicialmente propuestas, mientras que el 26 de julio remitió a la FIFA otra misiva enfatizando que las decisiones fueron exclusivamente responsabilidad de la RFEF.