Para acceder a este bono, que se concreta en un descuento en la factura de la electricidad, hay que “cumplir alguno de los siguientes requisitos”, recuerda Oxfam. Entre ellos, tener un nivel de renta por debajo del umbral establecido (poco más de 8.000 euros anuales), ser familia numerosa o ser un hogar formado por pensionistas que cobran la cuantía mínima.
El citado estudio pone de manifiesto que “el factor más negativo en la probabilidad de recibir el bono es que haya algún miembro de la familia nacido en el extranjero, lo que reduce en un 12% la posibilidad de obtener el descuento en la factura eléctrica”. En el otro extremo “ser familia numerosa tiene el mayor efecto positivo, incrementando la probabilidad de recibir el bono en un 27%”. De esta manera, el 60% de las familias numerosas de ingreso medio-alto reciben el bono. Según este informe, estar en un hogar de renta baja sólo incrementa la posibilidad de recibirlo en un 4%.
La conclusión del informe es que existen “problemas de diseño que limitan que la política tenga el alcance deseado en origen”. A este respecto, EsadeEcPol y Oxfam Intermón proponen, entre otras medidas para “mejorar su eficiencia” y “lograr que lo reciba quien lo necesite”, que se eliminen las barreras de acceso y se agilice la concesión del bono. Asimismo, permitir que se combine con otros apoyos como el Ingreso Mínimo Vital o reducir las barreras de entrada de manera que sea accesible y conocido por las familias potencialmente beneficiarias. También, reconsiderar los criterios de renta para “asegurar que lo reciben las familias numerosas que claramente lo necesitan”.
“El diseño del bono social eléctrico dificulta que llegue a quien más lo necesita. Es necesario armonizar el sistema de protección social para asegurar que contribuye a reducir la pobreza”, defiende Alejandro García-Gil, responsable de políticas de protección social y empleo de Oxfam Intermón.
“Además”, apunta Jorge Galindo, director adjunto de EsadeEcPol, “no solamente son las políticas de ingresos las que ayudan a reducir la pobreza energética: hay que asegurar que las medidas destinadas a la mejora de la eficiencia energética, como es la rehabilitación de edificios, estén disponibles y accesibles precisamente para hogares vulnerables”.