“Todo lo que yo hago está sometido a la aprobación de un consejo de administración y unos órganos de gobierno, yo no soy un presidente presidencialista”, se defendió Blesa ante el juez. El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa defendió durante su interrogatorio que la decisión de la compra del City National Bank of Florida, que la entidad madrileña cerró en 2008 por 852 millones de euros, correspondió al consejo de administración y no a él, que “no podía hacer nada” dado que no era “un presidente presidencialista”.
Así lo muestra la grabación que publica hoy ElDiario.es del interrogatorio del juez Elpidio José Silva a Blesa. El banquero, que fue ese día llamado por sorpresa para declarar en los juzgados de Plaza de Castilla, acabó entrando en prisión por segunda vez en apenas tres semanas, esta vez sin fianza.
Los vídeos colgados por este medio muestran que, una vez que el juez ya ha decidido la prisión sin fianza para Blesa, le permite al banquero dirigirse al tribunal por última vez. Es en ese momento en el que el expresidente de Caja Madrid defiende que la toma de decisión de la entidad de Florida no le correspondió a él, sino al consejo de administración: “Si yo no podía hacer nada, si todo lo que yo hago está sometido a la aprobación de un consejo de administración y unos órganos de gobierno, yo no soy un presidente presidencialista”, se defiende, “todas mis facultades estaban delegadas”.
“Al presidente le corresponde la iniciativa, tratar de persuadir a la gente cuando piensa que una operación puede ser buena para la caja”, explica Blesa al juez, al que asegura que se ha conducido siempre “honestamente” sin estar “confabulado con nadie para nada” a pesar de las “palabras sueltas” de “hace cinco o seis años” que pueden dar lugar a “diferentes interpretaciones”.
Blesa, que considera que “no hubiera estado el tiempo que estuve al frente de la caja si yo hubiera sido presidencialista”, asegura además que “una compra como esta [en referencia a la adquisición del banco de Florida] no compromete el futuro de una entidad como Caja Madrid, que tiene un balance de 180.000 millones”.
El juez Silva envió tras estas palabras a Blesa a la cárcel de Soto del Real, si bien posteriormente la Audiencia de Madrid obligó a liberar al banquero. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha imputado al juez un delito de prevaricación y dos delitos contra la libertad individual, y le ha impuesto una fianza de 8.000 euros. Se enfrenta a una pena de hasta 40 años de inhabilitación para el ejercicio de la judicatura, mientras que Blesa sigue a la espera.