La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) ya ha iniciado su cuarta visita a España, en la que celebrará reuniones con más de una quincena de entidades en la sede del Banco de España. Unicaja y Ceiss, el banco de Caja España-Duero, con su proceso de fusión aún el aire, se encuentran entre los convocados.
Según publica la agencia Efe, que cita fuentes financieras, los ‘hombres de negro’ se reunieron ayer con representantes de Unicaja, mientras que el jueves será el turno de Caja España-Duero. La fusión entre ambas entidades es, junto con las ventas de Novagalicia y CatalunyaCaixa (más o menos encauzadas), el último fleco suelto de la reestructuración del sector financiero, a pesar de que comenzó a negociarse hace casi tres años.
Sin embargo, la avalancha de demandas que preparan los afectados por las preferentes de Ceiss deja más en el aire que nunca la fusión de la entidad castellana con Unicaja, que debería formalizarse el próximo mes de octubre.
Los colectivos de afectados de Castilla León tienen pensado presentar 4.000 demandas en la comunidad autónoma, algunas hechas ya efectivas, que se sumarían a las 1.261 demandas que presentará Adicae, y que ya están tramitadas. Teniendo en cuenta que se calcula que hay poco menos de 37.000 clientes minoristas atrapados en estos productos, las demandas ya en curso representan casi un 15% del total de afectados.
El pasado 15 de julio, Unicaja hizo públicos los términos de la oferta que planea dirigir al 100% de los accionistas y titulares de bonos necesaria y contingentemente convertibles de Banco Ceiss, excluido el FROB.
La entidad que preside Braulio Medel ofrecerá a los inversores institucionales acciones de nueva emisión de Unicaja Banco a cambio de las acciones de Ceiss y una combinación entre obligaciones contingentes (Cocos) y obligaciones necesariamente convertibles en acciones (ManCocos) a los inversores minoristas, es decir, a los afectados por las preferentes y la deuda subordinada. Dicha oferta está condicionada a un mínimo de aceptación del 75%.
En el caso de que no se logre una aceptación suficiente, Caja España-Duero pasaría a estar en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que convertiría en acciones los 604 millones de euros prestados a la entidad.
Los representantes del FMI se reunirán también con representantes de Bankia, Liberbank, Novaglicia, Cajamar, Bankinter, Banco Popular, Caja 3, Ibercaja, CatalunyaCaixa, Banco Sabadell, Kutxabank, Banco Santander, CaixaBank, BBVA BMN.
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