Los grupos bancarios en apuros han decidido meter la tijera en las indemnizaciones a pagar a los empleados despedidos en la nueva ronda de ajustes obligada por el rescate de Bruselas. De media, las compensaciones se han reducido en un tercio e incluso CatalunyaCaixa se está planteando pagar el mínimo legal en su nuevo ERE, es decir, 20 días por año y 12 mensualidades, algo impensable hasta ahora.
Según publica Cinco Días, en la anterior ola de ajustes, las cajas pagaron 300.000 euros de media por prejubilado y 66.947 euros de indemnización media por despedido. Ahora, las prejubilaciones han desaparecido del mapa y la indemnización media ha caído a 42.496 euros.
La reestructuración del sector financiero español se ha traducido en una pérdida de casi 40.000 puestos de trabajo desde 2008, según un informe elaborado por UGT, así como en un deterioro de las condiciones laborales del conjunto del sector y el cierre de más de 8.000 oficinas.
De este modo, de una fuerza laboral total en el sector bancario de 270.855 trabajadores en 2008, se pasó en 2012 a 231.389 empleados, señala el sindicato. Los 40.000 puestos de trabajo perdidos ya se suman además a otros 17.000 empleados que deberán salir por los procesos de reestructuración abiertos en la actualidad. En total, 57.000 empleados o, lo que es lo mismo, uno de cada cinco personas que trabajaban en la banca antes de la crisis.
El mayor recorte ha sido el llevado a cabo por Bankia. A principios de febrero llegó a un acuerdo con los sindicatos para aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) para 4.500 trabajadores a los que hay que sumar otras 1.000 salidas a través de externalizaciones. Con una plantilla de 20.589 empleados, el nuevo recorte afectó a un 22% de los trabajadores, y la indemnización media se situó en 30 días por año y un tope de 20 mensualidades.
Sólo dos años antes, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia, ya llevó a cabo un ERE para 3.700 trabajadores, que suponían entonces el 16% de la fuerza laboral. Sin embargo, esta vez fue más generoso en las condiciones, ya que los trabajadores que se acogieron a las bajas voluntarias cobraron una indemnización de 45 días por año trabajado con un tope de 42 mensualidades, más una prima que oscilaba entre los 10.000 y los 30.000 euros. La mayor parte del ajuste se realizó, sin embargo, a través de prejubilaciones, que ni tan siquiera se contemplan ahora en el plan inicial de Bankia. Estos empleados con al menos 55 años que se acogieron a las prejubilaciones recibieron el 95% del sueldo del último ejercicio.
En total, la entidad ha acometido un recorte de 9.200 puestos de trabajo desde que se acometió la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades de menor tamaño (cajas de Ávila, Segovia, La Rioja, Insular de Canarias y Laietana).
El último proceso abierto por el momento es el de CatalunyaCaixa, en el que la dirección pretende aplicar un ERE para 2.453 trabajadores, casi un 35% de la plantilla. La entidad, que cuenta actualmente con unos 7.000 trabajadores, ya acometió en su día un ERE de 1.300 empleados, ampliado posteriormente con 330 bajas incentivadas. En total, a la espera de cómo se encaucen las negociaciones, por el momento muy difíciles, el recorte total en la entidad podría suponer casi 4.200 despidos.