En las próximas semanas se cerrará definitivamente la fusión entre Caja España-Duero y Unicaja, y la entidad que preside Braulio Medel tiene intención de llegar a la cita con los deberes hechos en lo que se refiere a la red de sucursales.
Tal y como ya publicó El Boletín, la andaluza ha presentado a los sindicatos un plan de reestructuración con el que pretende cerrar hasta 97 sucursales y lograr un importante ahorro de costes. En ese sentido, antes de que llegue julio ya se habrá echado el cierre a 24 de estas oficinas, según los planes de Unicaja.
CCOO ya ha avisado a la dirección de que se opone a una reestructuración “que no se base en el sentido común”. Así, critica que del número total, se cierren 63 oficinas con margen de explotación positivo que sí aportan a la cuenta de resultados de la Entidad y cuyas pérdidas son coyunturales producto de las dotaciones que deben seguir efectuándose estén o no abiertas las oficinas donde se concedieron las operaciones dudosas o fallidas.
El sindicato también critica que se abandonen determinados municipios y advierte del riesgo de cerrar oficinas antes de conocer el mapa financiero andaluz, tras el cierre inminente de cientos de oficinas de la competencia (Bankia, Novagalicia, BMN, Caixabank con la red de la antigua Banca Cívica o incluso Ceiss).
Los sindicatos critican además que Unicaja ya cerró 125 sucursales en 2011 y 2012, a pesar de ser una de las entidades más rentables.
El ajuste de Unicaja se produce cuando ya sólo quedan pocos flecos para que se cierre la fusión con Caja España-Duero, rescatada con 604 millones de euros por el Fondo de Reestructuración Ordenada (FROB). A cambio de estas ayudas, Bruselas ha exigido a la entidad una profunda reestructuración, incluyendo una reducción de la red de 815 a 552 oficinas. Hace dos años, la entidad ya recibió 525 millones con el objetivo de facilitar la fusión de Caja España y Caja Duero.
Esta misma semana, el vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de Competencia, Joaquín Almunia, aseguró que la fusión entre Unicaja y Caja España-Duero “cumple los requisitos” de la Unión Europea, por lo que puede seguir adelante sin problemas. El proceso cuenta asimismo con el beneplácito del Banco de España, y se espera que se cierre en breve.