Las previsiones contempladas en el plan de reestructuración de CatalunyaCaixa contemplan unas 2.600 bajas en la entidad catalana, de las cuales corresponderían, unas 1.200 en Cataluña y otras 1.400 fuera de esta región, en la que se consideraba zona de expansión antes del rescate.
“Un panorama crudo y, a todas luces, injusto, radicalmente diferente al que la mayoría pensaba y aspiraba”, según ha señalado CSICA en una reciente circular.
Hace unos días, en un comunicado conjunto, SEC, CCOO, UGT y CSICA ya avisaron de que las medidas adoptadas tienen que ser “voluntarias, justas y equilibradas, ya que los empleados no somos los culpables de la situación”.
Los sindicatos han insistido también en saber cuántos empleados pasan a trabajar en las entidades compradoras de la red (la entidad negocia la venta de algunas redes de sucursales), antes de que se plantee la cifra de despidos.
La plantilla de CatalunyaCaixa cuenta actualmente con unos 7.000 trabajadores. La entidad catalana ya acometió en su día un ERE de 1.300 empleados, ampliado posteriormente con 330 bajas incentivadas.
CatalunyaCaixa recibió 9.080 millones de euros de los fondos aportados por la Unión Europea, que se suman a los 1.780 millones recibidos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 2011 y a otros 1.250 millones en 2010.