Abril traerá una buena noticia para el bolsillo de los consumidores: el recibo de la luz experimentará la mayor bajada en años, previsiblemente del 6,7%, después de que la subasta eléctrica Cesur se haya cerrado con caídas de precios del 15%.
Según apunta Europa Press, La caída en el coste de la energía es fruto de un descenso del 16,2% en el precio del producto base, que ha pasado de 54,16 euros por megavatio hora (MWh) en el trimestre anterior a 45,41 euros por MWh, y de los ajustes posteriormente practicados.
El resultado de estas subastas, de las que depende el coste de la energía, tiene un peso cercano al 50% en el recibo de la luz. La otra mitad de la tarifa depende de los costes regulados, o peajes, cuya revisión decide el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. El titular de esta cartera, José Manuel Soria, anunció la semana pasada que el Gobierno no tocará los peajes y que la revisión de abril dependerá exclusivamente de lo que haga el mercado.
De esta forma, si se mantiene el escenario actual, los consumidores podrían encontrarse en pocos días con la mayor bajada trimestral de la tarifa eléctrica en años, lo que supone un alivio si se tiene en encuentra que el recibo se ha encarecido en un 60% en apenas un lustro.
Solo en 2011, la TUR subió un 10%, y en 2012 lo hizo un 5,4% adicional, sin incluir el 7% de más que los consumidores estuvieron pagando entre octubre y diciembre para acatar una sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a reintegrar el encarecimiento no repercutido entre octubre de 2011 y marzo de 2012. Esta sentencia, unida a la subida del IVA de septiembre, provocó incluso que el recibo eléctrico fuera más caro aunque la TUR bajara.
El déficit de tarifa
La esperada bajada de precios en la factura de la luz, motivada por una menor demanda (el consumo de electricidad ha caído hasta cifras de 2006) y a una mayor contribución de las renovables por las condiciones meteorológicas, no será tan positiva para el sistema eléctrico como para los consumidores.
La menor demanda y la mayor contribución de las renovables encarecerá la parte regulada del recibo (bajan los ingresos y aumentan las primeras por las energías ‘verdes’). Estos dos hechos dan origen al déficit de tarifa, que ya asciende a 28.000 millones de euros.