Liberbank ha logrado evitar su nacionalización parcial después de que Bruselas haya autorizado que reciba unas ayudas de 124 millones de euros a través de bonos contingentes convertibles (CoCos) y no a través de acciones, pero para los afectados por las participaciones preferentes de la entidad el resultado será el mismo: Bruselas les obligará a perder parte de sus ahorros.
Los tenedores de títulos híbridos de capital (como las participaciones preferentes) deberán absorber parte de las pérdidas, medida que garantizará “un reparto satisfactorio de cargas y una contribución propia adecuada a la financiación de los costes de reestructuración significativos”, según ha señalado la Comisión Europea en un comunicado.
En otras palabras, a los afectados por las preferentes del banco se les aplicará una quita, si bien Bruselas no ha detallado su cuantía. Si se usan de referencia los casos de Novagalicia o Bankia, los tenedores podrían perder hasta un 40% de los ahorros invertidos en estos productos.
Liberbank tiene en circulación 178 millones de euros en preferentes vendidas por Caja Cantabria a través de cuatro emisiones. El objetivo de la entidad liderada por Cajastur era dar alguna salida a los dueños de estos instrumentos antes o después, pero no se llegó a anunciar ninguna operación de canje, al tiempo que las protestas de los afectados se fueron recrudeciendo.
El banco surgido de la fusión de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura recibirá 124 millones de euros a través de bonos contingentes convertibles (CoCos), por lo que en principio evitará una nacionalización parcial similar a las de Caja España-Duero o BMN, pero aún así deberá realizar una reestructuración significativa.
Además de imponer una quita a los tenedores de preferentes, Bruselas obligará a Liberbank a reducir en un 25% su balance en un plazo de cinco años, con la venta de sus participaciones industriales y la vuelta a sus territorios de origen. Además, deberá salir a Bolsa antes de 2017.