El ministro de Economía, Luis De Guindos, ya ha aprobado dos reformas financieras diferentes y ha creado un ‘banco malo’ de activos inmobiliarios para intentar cerrar de una vez por todas las dudas vertidas sobre el sector financiero español. Sin embargo, los especuladores preparan el terreno para un nuevo ataque, y ya han elegido su objetivo: la morosidad encubierta en los créditos a empresas.
Hasta el momento, a través de dos decretos ley, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha obligado a las entidades financieras españolas a elevar las provisiones sobre los activos inmobiliarios adjudicados y sobre los créditos concedidos a promotoras, tanto morosas como al corriente de pago, lo que ha obligado al sector a unas provisiones adicionales de 84.000 millones de euros. A ellas se unen la creación de un ‘banco malo’ con activos por valor de 60.000 millones de euros, que acaba de nacer con el objetivo de convertirse en la piedra angular de la reforma financiera.
Sin embargo, todos los esfuerzos del ministro de Economía, Luis De Guindos, se han centrado hasta el momento en cubrir el riesgo promotor, dejando fuera el resto de carteras de crédito, y ése es el flanco débil por el que ya se comienzan a vislumbrar los primeros ataques.
Según publica hoy la agencia Bloomberg, que cita un informe de Oliver Wyman (la auditora que analizó la solvencia del sector) los bancos españoles han refinanciado unos 140.000 millones de euros en créditos ajenos al sector promotor, pero aún así la morosidad escaló hasta un récord del 11,23% en octubre, de acuerdo con los datos publicados ayer por el Banco de España.
Uno de los sectores sobre los que existen más dudas es el de las pequeñas y medianas empresas (pymes), que han reestructurado un 21% de los 230.000 millones de euros que deben. Las grandes compañías han reestructurado 29.000 millones, un 11% del total, y las familias un 9% de los 600.000 millones que tienen contratados en hipotecas.
Al mismo tiempo que se producen estas refinanciaciones, el total de créditos morosos subieron sólo en un mes 7.800 millones de euros hasta totalizar los 190.000 millones. De acuerdo con Daragh Quinn, analista de Nomura Holdings consultado por Blomberg, la tasa de morosidad podría escalar al 14,5% si se asume que al menos un 30% de los préstamos refinanciados finalmente entren en mora.