El Santander ha sorprendido al mercado poco antes de la apertura del mercado al comunicar sus intenciones de fusionar Banesto y Banif. Ambas marcas desaparecerán y el grupo cerrará 700 oficinas de las 4.664 que suman actualmente los tres bancos. El Santander también recortará su plantilla “sin medidas traumáticas”, aunque no ha detallado a cuántos empleados afectará.
En un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Santander explica que reforzará las redes especializadas en banca de empresas, “aprovechando el liderazgo de Banesto en pymes y banca privada, negocio en el que Banif es la entidad de referencia en España”.
La cuota de mercado de oficinas en España pasará del 10% en 2008 al 13% en 2015, ya que según el banco la reducción de oficinas prevista es muy inferior a la que se está produciendo en el mercado. A finales de 2015, se estima que el número total de oficinas del sistema financiero español sea de unas 30.000, lo que supone el cierre de 16.000 sucursales en ocho años, con una reducción del 35%.
El banco que preside Emilio Botín afirma que la optimización de la red resultante de la fusión supondrá una disminución del número de empleados, que se producirá de manera progresiva y sin medidas traumáticas. La entidad recolocará a trabajadores en otras divisiones del grupo, tanto en España como en el extranjero, rotará plantillas y ofrecerá bajas incentivadas.
Con estas medidas, el Santander espera que la fusión produzca un ahorro de costes del 10%, lo que supone 420 millones de euros al tercer año. Adicionalmente, espera un aumento de los ingresos de 100 millones. Por tanto, las sinergias totales ascenderán a 520 millones de euros antes de impuestos, anuales y a partir del tercer año. Además, espera que esta operación mejore el beneficio por acción en un 3% al tercer año.