El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano, ha asegurado hoy que tanto él como el resto de miembros del consejo de administración de la aerolínea, incluido el presidente, se han aplicado una reducción salarial del 25%, dentro del plan de transformación de la compañía.
De este modo, Sánchez Lozano, que en 2011 cobró 632.000 millones de euros pasará a tener este año una retribución de 474.000 euros.
En un encuentro con los medios digitales, Sánchez Lozano ha dibujado un negro panorama para la compañía, que según él, podría desaparecer si no se aplica el plan presentado a principios de mes y que comprende un recorte de 4.500 empleos (casi una cuarta parte de su plantilla) y una reducción del 15% de sus rutas, con el objetivo de devolver la rentabilidad a la compañía y asegurar su viabilidad futura.
La compañía ya ha comenzado a negociar con los sindicatos los recortes y todo parece indicar que el proceso será duro. Los representantes de los trabajadores ya están manteniendo reuniones para fijar un calendario de movilizaciones contra el plan de ajuste de Iberia.
Según ha apuntado Sánchez Lozano, la propuesta de la empresa son reducciones salariales “colectivas” de entre el 25 y el 35%, que se pueden acometer también a través prejubilaciones o con congelaciones de sueldos. Iberia ha puesto como límite el 31 de enero para alcanzar un acuerdo con los sindicatos. Si pasa esa fecha y no se alcanza “la compañía verá que puede hacer”.
Para negociar con los tripulantes de cabina, la dirección de Iberia también ha decidido congelar la expansión de su división de low cost Iberia Express durante tres años, a cambio de que estos se acojan al convenio de Vueling para el corto y medio radio. “Tenemos que tener costes low cost en corto y medio radio, lo están haciendo todos nuestro rivales”, ha apuntado el consejero delegado de la compañía aérea.
Sánchez Lozano ha recordado también que la caja de la compañía se ha visto mermada en 1.198 millones de euros desde el año 2008 hasta septiembre de este año. “La empresa no es viable. No podemos perder otros 1.000 millones de euros en cuatro años. Desapareceríamos”, advirtió. El objetivo pasa por alcanzar un retorno de capital empleado (Roce) del 12%, frente al -5% actual, porque si no la empresa “no podrá financiarse”.
La compañía tantea el cierre de algunas de sus rutas dentro de su plan de reestructuración, aunque por el momento no ha querido ofrecer más detalles y esperará al año que viene para hacer público su nuevo plan comercial. Según Sánchez Lozano, en la actualidad tan solo ocho rutas de largo radio de la compañía son rentables, un tercio de total. En el corto y medio rato el panorama es todavía menos alentador. Solo dos rutas “y de milagro” funcionan.