El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha puesto en duda que, dada la actual situación económica y energética, España pueda permitirse pagar 70.000 millones de euros en primas de aquí a 2020 a las tecnologías más caras, al tiempo que para o cierra las centrales menos costosas.
Durante su intervención esta mañana en el II Congreso Anual de Directivos APD, Galán ha instado al Gobierno a tomar una decisión sobre qué tecnologías, en el marco del cumplimiento de los compromisos medioambientales, deben producir energía eléctrica: las más costosas o las más baratas, que cuestan hasta ocho veces menos que las otras o, lo que es lo mismo, 50 euros frente a 400.
Ignacio Galán ha manifestado hoy su confianza en el que la nueva Ley del Sector Eléctrico que prepara el Gobierno se traduzca en un marco regulatorio “objetivo, transparente y estable” centrado en la eliminación completa del déficit de tarifa y en conseguir un sistema sostenible desde el punto de vista económico y medioambiental mediante un mix energético equilibrado.
El primer ejecutivo de la eléctrica ha destacado que un marco normativo que vaya en esa línea propiciaría que el sector eléctrico pudiera seguir actuando como motor de recuperación y crecimiento económico.
En este sentido, el presidente de Iberdrola ha recordado que el sector de la electricidad español en su conjunto invierte de forma recurrente alrededor de 6.000 millones de euros al año y genera, directa e indirectamente, unos 450.000 empleos de alta cualificación, aparte de ejercer un importante efecto tractor para la industria del país, con compras a fabricantes y suministradores valoradas en miles de millones de euros.
Ignacio Galán quien ha señalado que el déficit acumulado ya supera los 32.000 millones de euros, ha afirmado que éste es consecuencia de decisiones políticas pasadas, que han fomentado la producción con tecnologías poco eficientes y poco maduras, y no siempre respetuosas con el medio ambiente, que están lastrando la competitividad del sector.
Además, Galán ha explicado que un porcentaje de esos 32.000 millones aún está en el balance de las empresas, con lo que todavía no ha repercutido en el recibo de la luz. Y ha resaltado que, pese a esa circunstancia, la factura eléctrica española ya es hoy superior a la media de la Unión Europea.
Según el presidente de Iberdrola, las decisiones políticas han llevado a que casi la mitad de la factura eléctrica que hoy se paga corresponda a costes completamente ajenos al suministro. En concreto, del importe anual total (casi 38.000 millones de euros), cerca de 12.000 millones están destinados a subvenciones y más de 7.000 millones a impuestos, mientras que sólo unos 12.000 millones se destinan a retribuir a valor de mercado la producción de electricidad de toda clase de tecnologías y menos de 7.000 millones a las redes.
Galán ha expuesto que la mayor parte de estas subvenciones se destina a las energías renovables en concepto de primas y que, dada la incorporación masiva de plantas solares al sistema en los últimos años, éstas se han multiplicado por tres desde 2007, hasta alcanzar los 8.500 millones de euros. De hecho, las solares ya se llevan más de la mitad de este importe, pese a que son instalaciones sólo producen el 4% de toda la electricidad.