La inflación interanual aumentó una décima en octubre y se situó en el 3,5%, debido a las subidas de las tasas universitarias y del IVA. Este incremento puede acabar por generar un problema añadido al Gobierno de Mariano Rajoy, si finalmente se revalorizan las pensiones con el IPC. En este caso, actualizar las pensiones supondrá un coste extra de 5.000 millones de euros para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados.
Respecto a septiembre, la tasa mensual del IPC se situó en el 0,8%, mientras que la inflación subyacente —que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía— se incrementó cuatro décimas hasta el 2,5%, la más alta desde noviembre de 2008. El índice a impuestos constantes, es decir, sin tener en cuenta los cambios en los tributos, se ha situado en el 1,5%.
El secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, afirmó la semana pasada que el Ejecutivo cumplirá lo que marca la ley y revalorizará las pensiones con el IPC noviembre y consolidar ese incremento en el ejercicio siguiente, debiendo pagar el complemento antes de abril. De ser así costaría 5.000 millones, si la inflación se mantiene constante el mes que viene.
Sin embargo, varios miembros del Gobierno habían dicho anteriormente que el Ejecutivo no descartaba cambiar el IPC de referencia de la actualización de las pensiones. «El indicador de referencia también habrá que decidirlo» en noviembre, apuntó el mes pasado el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, abriendo la puerta a utilizar el utilizar el IPC Armonizado a Impuestos Constantes, algo que permitirá al Gobierno ahorrar miles de millones de euros.
Tomando como referencia el IPC a impuestos constantes del mes pasado (1,5%), el coste de la compensación a los pensionistas y su consolidación en nómina se recortaría hasta algo menos de 1.000 millones de euros aproximadamente.