Elvira Rodríguez llegó hace dos meses a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con el embrollo de las participaciones preferentes, que ha dejado a miles de pequeños inversores sin acceso a sus ahorros, y no está dispuesta a correr riesgos. De este modo, ahora, en el tríptico de la emisión de Banco Popular se advierte que los bonos son un “producto complejo” dirigidos a un inversor con perfil de riesgo alto.
“los derechos de suscripción preferente que se adquieran en el mercado secundario serán considerados, a efectos MIDIF, como producto complejo”, según figura en el folleto registrado en la CNMV. Esta clasificación se refiere a aquellos productos cuyas características no son fáciles de entender para un inversor medio.
Por este motivo, el banco tiene la obligación de hacer una evaluación sobre la conveniencia de vender este producto, pero si no resulta adecuado para el inversor, se le hará entrega de una advertencia en tal sentido, y en el caso de que el inversor decida continuar con la operación, se le exigirá que ratifique haber comprendido el sentido de la advertencia mediante la inclusión con su firma de la expresión manuscrita “NO CONVENIENCIA” (en mayúsculas).
Del mismo modo, y en el caso de que no hubiera sido posible evaluar la conveniencia por no aportar el inversor los datos necesarios para ello, se le hará entrega de una advertencia en tal sentido. En caso de que al inversor le interese continuar con la operación, se le exigirá que ratifique haber comprendido el sentido de la advertencia mediante la inclusión junto a su fin de la expresión escrita “SIN EVALUACIÓN”.
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