Liberbank, el banco de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, necesita 1.198 millones de euros para cumplir con el test de estrés de Oliver Wyman, y la entidad apura las opciones para evitar la nacionalización total. Entre las opciones que baraja se encuentra la opción de emitir bonos convertibles en acciones, de cara a una probable salida a Bolsa a medio plazo.
Según ha comunicado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el orden del día de la junta de accionistas que se celebrará el próximo 30 de octubre se incluye la “autorización al consejo de administración, con facultades de sustitución, durante el plazo máximo de cinco años, para emitir valores (incluyendo, en particular, obligaciones, bonos y warrants) canjeables por o con derecho a adquirir acciones en circulación de la sociedad o de otras sociedades”, así como convertibles “con derecho a suscribir acciones de nueva emisión de la sociedad y para garantizar emisiones de dichos valores realizadas por otras sociedades de su grupo”.
En ese sentido, también se refiere en uno de los puntos del orden del día a la “solicitud de admisión a cotización de los valores que pudieran emitirse”, así como “del resto de las acciones de la Sociedad, en las Bolsas de Valores de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, y su inclusión en el Sistema de Interconexión Bursátil”.
No obstante, la salida a Bolsa no es la única medida que Liberbank se verá obligado a tomar para evitar la nacionalización. Según publica Eleconomista.es, el banco ha puesto el cartel de ‘se vende’ a los negocios de fondos de inversión, tarjetas o seguros. También se esperan nuevas desinversiones en su cartera industrial, después de que hace sólo unos días ya realizase una venta acelerada del 5% que poseía en Enagás, operación con la que hizo una caja de 182,6 millones de euros.