La Plataforma de afectados por las participaciones preferentes de Cantabria ha responsabilizado hoy al presidente de Liberbank, Manuel Menéndez, de la decisión de Ibercaja de romper su proyecto de fusión con el grupo que conforman Caja Cantabria, Cajastur y Caja Extremadura.
En un comunicado recogido por la agencia Efe, la plataforma reconoce que en la decisión de Ibercaja ha influido el resultado del test de estrés de Oliver Wyman, que reveló que Liberbank tenía unas necesidades de capitalización de 1.198 millones de euros. Pero al margen de esos resultados, los afectados consideran que “gran parte de la responsabilidad” de que el proyecto no haya llegado a buen fin “tiene que ver con la actitud arrogante y poco dispuesta al diálogo” del presidente del Liberbank.
A su juicio, esas necesidades de capital “podrían haberse visto muy aminoradas si el comportamiento de Liberbank con sus clientes tradicionales” hubiera sido distinto. Según denuncian, con su actitud hacia los pequeños ahorradores la dirección de Liberbank “ha cavado la fosa” en la que puede “enterrar” a sus clientes y empleados, así como a los beneficiarios de la obra social de las cajas que conforman el grupo.
Los afectados por las preferentes aseguran además que la ruptura del proyecto de fusión es “un capítulo más dentro de la nefasta historia de Liberbank, que está plagada de mentiras”. “Caja Cantabria-Liberbank ha engañado a 5.000 familias cántabras a las que colocó, como si se tratara de un plazo fijo, participaciones preferentes por un total de 178 millones de euros y, a pesar de este fraude, sus dirigentes siguen mirando para otro lado”, critica la plataforma, que exige una solución “urgente y definitiva” a este problema, con el reembolso “íntegro e inmediato” de los ahorros.
El nuevo escenario que se plantea tras la ruptura de la fusión deja completamente en el aire los 178 millones de euros en preferentes vendidas por Caja Cantabria, ahora Liberbank, a través de cuatro emisiones. El objetivo de la entidad liderada por Cajastur era dar alguna salida a los dueños de estos instrumentos antes o después, pero no se llegó a anunciar ninguna operación de canje, al tiempo que las protestas de los afectados se han ido recrudeciendo.