Si hay algo en lo que coinciden analistas, bancos de inversión y agencias de rating es que BMN, el banco que surgió por la fusión de cajas lideradas por Caja Murcia, está abocado al rescate del Estado. La entidad, en cuyo consejo estuvo sentado el ministro de Economía, Luis de Guindos, necesita desesperadamente un socio para evitar su nacionalización.
BMN, donde de Guindos fue consejero independiente y formó parte del comité de auditoría hasta convertirse en ministro, se quedó compuesta y sin novio después de que el Banco de España suspendiese ‘sine die’ la subasta del Banco de Valencia, en un momento en que tenía muy difícil poder lograr en solitario los mil millones que necesita para cumplir con las anteriores reformas financieras.
Ahora el panorama se presenta sombrío para el banco. Los test de estrés de Oliver Wyman que se darán a conocer esta tarde arrojarán unas necesidades de capital para BMN de unos 2.200 millones de euros, según las estimaciones de los analistas.
BMN estableció contactos preliminares para fusionarse con Banco Popular, pero la entidad que preside Ángel Ron no dará ningún paso definitivo hasta conocer qué necesidades de capital detecta Oliver Wyman en BMN. Una cifra demasiado alta alejará la opción del Popular y dejará al banco de Caja Murcia al pie de los caballos. De hecho, algunos medios ya descartan otra opción.
Si esto se cumple, apunta El ConfidencialBMN se verá obligado a volver a negociar con Ibercaja y Unicaja, con quienes ya ha hablado en el pasado, puesto que su futuro en solitario quedara en entredicho (también el de las otras dos, no por falta de solvencia sino de tamaño en el nuevo escenario de la banca española).