Oliver Wyman hará público esta tarde el informe sobre las necesidades de capital de la banca española. De estos nuevos test de resistencia depende el futuro de la fusión pactada entre Unicaja Banco y Caja España-Duero. Si finalmente salta por los aires, la caja malagueña podría buscar otras alternativas, entre ellas una integración con Ibercaja, cuya fusión con Liberbank también están en el aire.
Según asegura La opinión de Málaga, si Unicaja rompe la fusión tendrá que buscarse un nuevo socio ya que con su actual dimensión (36.000 millones en activos, frente a los 80.000 que alcanzaría con Ceiss) no lo tiene fácil para sobrevivir en un sector financiero cada vez más fusionado en grandes grupos. En este escenario, las alternativas, serían muy reducidas.
Mirando en primer lugar a bancos formados por cajas estaría BMN, siempre y cuando sus números internos lo permitan, algo que podría ser también poco probable; o Ibercaja, en caso de que también rompiera con Liberbank. Fuera de eso estarían las opciones de bancos puros –Popular, Sabadell, Bankinter– aunque el problema es que Unicaja quedaría diluida.
El plazo de amarrar una nueva integración estaría, con todo, a la vuelta de la esquina: el 31 de octubre es la fecha máxima puesta por el Gobierno en la reforma financiera.
