La compañía energética alemana RWE obtuvo un beneficio neto en 2011 de 1.806 millones de euros, lo que está un 45,4% por debajo de los 3.308 millones de 2010. Esta caída se debe al impacto negativo de la nueva política nuclear del Gobierno alemán, según un comunicado del grupo.
Según RWE, 2011 estuvo marcado por condiciones políticas y económicas “difíciles” y calcula en 1.000 millones de euros el impacto negativo de la decisión gubernamental de abandonar gradualmente la energía nuclear.
Concretamente, la cifra de negocio de la compañía en el conjunto de 2011 alcanzó los 51.686 millones de euros, un 3,1% menos que los 53.320 millones de euros de 2010. Por el contrario, la deuda neta de la compañía sumaba 29.964 millones, lo que está un 3,4% por encima de la cifra del año anterior.
Aunque el consejero delegado de la empresa, Juergen Grossmann ha asegurado que RWE ha introducido las medidas necesarias para superar esto con “diligencia”. De hecho, Grossmann ha considerado que los beneficios se estabilizarán este año.
Además, para 2013 y 2014, la compañía se ha fijado una nueva reducción de costes y nuevos objetivos para mejorar la eficiencia por valor de 1.000 millones de euros, de esta cifra, las tres cuartas partes se aplicarán en 2013. Por otro lado, RWE ha reducido su programa de desinversiones hasta un máximo de 7.000 millones de euros antes de que acabe 2013, frente a los 11.000 millones que se tenían en mente.
