Moody’s, la agencia de calificación que controla el magnate estadounidense Warren Buffet, ha decidido seguir la senda marcada primero por Standard & Poor’s (S&P) y luego por Fitch Ratings a la hora de rebajar el rating de España. También ha metido la tijera en Italia y Portugal.
La agencia rebajó anoche la nota de España desde A1, equivalente a un notable alto, hasta A3 (notable bajo), la de Italia pasa de A2 (notable) hasta A3 y la de Portugal cae de Ba2 a Ba3 (ambos en categorías cercanas a las del bono basura), al tiempo que coloca a las tres economías en perspectiva negativa. Además, Moody’s también colocó en perspectiva negativa a Francia, Austria y Reino Unido, que gozan de la máxima nota: Aaa.
La revisión a la baja de las calificaciones y perspectivas de un total de nueve países europeos «refleja su susceptibilidad a los crecientes riesgos financieros y macroeconómicos que emanan de la crisis de la zona euro», tal y como detalló la agencia calificadora en un comunicado.
Moody’s destaca como causa principal de su decisión la incertidumbre sobre las reformas institucionales en la región que buscan reformar su marco económico y fiscal, así como las dudas sobre los recursos que estarán disponibles para abordar la crisis.
Los expertos de la agencia citan también las débiles perspectivas macroeconómicas en Europa, que «amenazan» la puesta en marcha de los planes de austeridad y las reformas estructurales «necesarias para impulsar la competitividad de sus economías». Además, las calificaciones de la deuda pública de Eslovenia y Eslovaquia han sido rebajadas en ambos casos desde A1 hasta A2, y la de Malta ha sido degradada desde A2 hasta A3, también todas ellas bajo vigilancia negativa.