BBVA ha anunciado hoy que el impacto neto final estimado de la nueva regulación sobre saneamientos de activos inmobiliarios en la cuenta de pérdidas y ganancias ascenderá a 1.360 millones de euros, cifra que se absorberá en su totalidad en 2012 “gracias a la recurrencia y resistencia de sus resultados”.
Además, el grupo mantendrá sin cambios la política de dividendo, así como el plan para cumplir con las recomendaciones de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés) sin tener que vender ningún activo estratégico.
El esfuerzo adicional bruto en provisiones y capital antes de mitigantes e impuestos para BBVA asciende a 4.000 millones de euros, de los que en torno a 2.800 millones corresponden a impacto en resultados y el resto, a capital.
Sin embargo, según ha explicado el banco presidido por Francisco González, la utilización de provisiones genéricas de España y el presupuesto de provisiones para 2012 previo a la nueva normativa aminoran el impacto esperado en cuenta de resultados después de impuestos hasta los 1.360 millones de euros.
En relación con el impacto en capital, BBVA ya dispone hoy de capital principal (según definición de Banco de España) suficiente para cumplir con la normativa.
