El ‘banco malo’ que aprobará el Gobierno de Mariano Rajoy costará al Estado español alrededor de 100.000 millones de euros, un 10% del PIB, según publica The Wall Street Journal, que comenta que la medida “suscita preocupaciones” por la posibilidad de que suponga “un descalabro de las cuentas fiscales”.
El prestigioso rotativo neoyorquino recuerda que algo similar ocurrió cuando el gobierno irlandés intervino para recapitalizar la banca y elevó su déficit hasta un 32% del PIB en 2010. Los analistas de Morgan Stanley Morgan Stanley consideran que España podría comprar la totalidad de los activos inmobiliarios en problemas, (unos 176.000 millones de euros), a un descuento del 58%, similar al aplicado por el ‘banco malo’ de Irlanda.
La operación, de este modo, costaría unos 73.900 millones, que se podrían financiar mediante el canje de nueva deuda a cambio de los activos inmobiliarios. El Estado, sin embargo, tendría que recaudar en el mercado unos 28.500 millones de euros para proveer de capital a los bancos y que éstos puedan absorber las pérdidas en las que incurrirán al desprenderse de los activos a estos descuentos. En total, el coste del plan bordearía los 102.400 millones de euros, o alrededor de 10% del PIB español.
Tal y como ya publicó EL BOLETÍN, el entorno de Rajoy considera que el ‘banco malo’ es indispensable para sanear los activos tóxicos que acumula la banca, especialmente el suelo, y que se recupere el flujo de crédito, condición ‘sine qua non’ para que la economía española comience a ver la luz.
Una de las cuestiones que deberá resolver el ministro de Economía que nombre Rajoy será la financiación de este ‘banco malo’. La intención es que se combine la inversión pública con capital privado, aunque la actual situación de los mercados dificulta esta posibilidad. También se desconoce por ahora si tendrá carácter voluntario, y qué papeles serán reservados para el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) o el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Estas incógnitas se resolverán antes de Navidad, ya que el ‘banco malo’ será la primera medida estrella del nuevo Gobierno, incluso antes de la reforma laboral, que no verá la luz al menos hasta mediados de enero.