El presidente electo del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido a algunos académicos que le asesoren para elaborar el mejor sistema para constituir un banco malo que aglutine los activos tóxicos del sistema financiero español, según asegura Bloomberg.
De acuerdo con una de las propuestas que habría recibido, España necesitaría financiación externa, unos 100.000 millones de euros, para asumir el coste de transferir los activos tóxicos y debería obtenerlos a través del fondo de rescate o del FMI. Las valoraciones de los activos deteriorados de la banca, sobre todo inmobiliarios, deberían realizarse por peritos independientes.
El Partido Popular ha prometido una “reestructuración y limpieza” del sistema bancario para ayudar a restablecer el suministro de crédito a una economía, donde los préstamos se están recortando a un ritmo récord. La banca, que acumula en sus balances con 176.000 millones de euros de lo que el Banco de España ha catalogado como activos “preocupantes” vinculados al sector inmobiliario, están peleando para preservar sus beneficios a pesar del incremento en los costes de financiación.
Rajoy no ha especificado cómo va a ayudar a la banca. En su programa electoral aseguró sólo que su Gobierno “gestionaría activamente” los activos tóxicos del sector para que puedan ser vendidos. Tres días antes de las elecciones aseguró que estaba a favor de más fusiones y no apoyó la idea de un banco malo.
Sin embargo, Faes, la fundación cercana al PP y presidida por José María Aznar, apuesta por crear un banco malo. Así lo aseguró Jaime García-Legaz, secretario general, a finales de octubre.
Luis de Guindos, quien fuera secretario de Economía con Aznar y que ahora es uno de los candidatos para colocarse al frente de esa cartera, ha dicho que quiere acabar con todas las dudas sobre las valoraciones de los bienes inmobiliarios que posee la banca.