El presidente de Iberdrola ha incidido en la capacidad del sector energético de actuar como motor para activar la economía. Durante su intervención, en el B-20 Business Summit, celebrado en Cannes en el marco de la cumbre del G-20, Galán ha afirmado que la energía “debe ser tratada como una solución para la crisis económica”.
Al respecto, ha señalado que la industria eléctrica emplea a 750.000 personas en Europa de forma directa que realiza inversiones anuales por alrededor de 50.000 millones de euros y representa el 5% del PIB europeo, pero requiere “políticas energéticas claras y objetivas y con marcos regulatorios estables y predecibles”. El directivo ha recalcado que los continuos cambios en dichas políticas “podrían poner en peligro la capacidad del sector para contribuir a la recuperación económica”.
Al respecto, ha sacado a colación un reciente informe de Citigroup, en el que la entidad cifra en 200.000 millones de euros la pérdida de valor de las compañías energéticas con motivo de las políticas intervencionistas de los gobiernos desde enero de 2010.
Acerca de los compromisos de reducción de emisiones, el máximo ejecutivo de Iberdrola ha reiterado su apuesta por las energías renovables maduras, como la eólica terrestre y marina.
Ha advertido del riesgo que conllevaría la implantación masiva de tecnologías de generación poco desarrolladas aún, como las solares, que “podrían poner en riesgo el balance financiero del sistema eléctrico”, algo que “podría ser extremadamente peligroso para la recuperación económica” en el entorno actual.
