Iberdrola ha reabierto el mercado de la deuda privada en euros con una emisión de bonos en el Euromercado por 600 millones, con vencimiento en enero de 2016. La deuda ha sido colocada entre 300 inversores de más de 15 países distintos, ha tenido una demanda de 4.500 millones de euros, lo que ha hecho que se haya superado en más de siete veces la oferta. Un 85% de las firmas que han pujado por la emisión son internacionales.
La rentabilidad del bono, a su vez, se ha situado en el 4,75%, lo que ha permitido mantener los cupones de todas las operaciones de Iberdrola en el mercado europeo por debajo del 5% durante los dos últimos años. La colocación se ha producido a través de BBVA, Deutsche Bank, Goldman Sachs International, ING Bank NV, Merrill Lynch International y Mizuho International.
En un comunicado emitido por la compañía eléctrica se ha explicado que la entidad se ha visto beneficiada por su presencia internacional y por la mejora de las condiciones tras la volatilidad veraniega.
Standard & Poo´r, por su parte, ha atribuido las mejoras financieras de Iberdrola a los sólidos resultados, a los ingresos generados por actividades reguladas de bajo riesgo, a la venta de activos, a la reducción de inversiones y la introducción de dividendos en acciones.