Cuando parecía que ya estaba casi resulto, el culebrón de la fusión de las tres cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital) vuelve a intrincarse tras las advertencias del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, de que los representantes de su partido votarán no al acuerdo si no se obtienen garantías de que el nuevo banco estará gestionado por profesionales independientes. Los populares amagan con frustrar una vez más al proyecto después de que PNV y PSE llegaran un acuerdo con Bildu.
Basagoiti ha advertido en una entrevista concedida a Onda Cero que la integración en Kutxa Bank “no está hecha al 100%” tras el acuerdo de las cajas con Bildu, ya que los populares quieren hablar “de alguna cosa más”.
En concreto, el presidente del PP vasco exige garantías de que Kutxa Bank “no esté monopolizado por ningún partido político” y cuente con órganos profesionales y gestores independientes. La advertencia del PP aplaca en cierto modo la euforia de las cajas tras el acuerdo alcanzado hace unos días con Bildu, cuyos votos, tras la negativa de los sindicatos a dar su apoyo, es necesario para evitar el fracaso del proyecto.
A cambio de su apoyo, Bildu ha logrado garantías para evitar la privatización de Kutxa Bank y el compromiso de dedicar a obra social el 30% de su beneficio de manera indefinida. El malestar de los populares se produce después de que la coalición abertzale haya salido como gran triunfadora de las negociaciones, aunque tanto PNV como PSE han intentado minimizar su protagonismo.
El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, se ha limitado a señalar que la coalición abertzale ha reconocido su equivocación al oponerse al proyecto. Por su parte, el socialista Iñaki Arriola ha afirmado que el pacto “no aporta nada sustancial” a la integración.
Las asambleas de BBK y Caja Vital votarán su adhesión al proyecto de fusión el próximo lunes, día 19, mientras que la Kutxa lo hará el 26.
En un principio, era la Kutxa la que no tenía suficientes apoyos, pero el acuerdo con Bildu da vía libre al acuerdo en la caja guipuzcoana aun con la oposición de los sindicatos. Sin embargo, las dudas se trasladan ahora a Caja Vital, donde el PP tiene nueve representantes.
De no llegarse a un acuerdo finalmente, sería el cuarto fracaso. El último de ellos, en 2008, cuando la asamblea de Kutxa votó en contra después de que ya lo hubiesen aprobado Vital y BBK.