Luis Salvaterra, director general de la multinacional sueca Intrum Justitia, ha asegurado hoy en Madrid, durante la presentación del ‘Índice de Riesgo 2011’, que las pérdidas por impagos en Europa superan el total de las ayudas concedidas a Grecia, Irlanda y Portugal. En concreto, el informe sitúa las pérdidas en 312.000 millones de euros para este año.
Estas pérdidas se dividen de forma muy distinta entre las economías de los 25 países analizados a la hora de realizar este informe. Según Salvaterra, mientras que Alemania se muestra como “la economía más fuerte” y ha disminuido sus pérdidas por impagos un 8%, el Reino Unido las ha incrementado un 33%. No obstante, Grecia es el país con peor progresión en el último año, ya que su aumento ha sido del 63%. Por otro lado, Francia, Finlandia y Suiza son los mejor posicionados en este estudio, ya que son los que muestran las menores pérdidas por impago.
En este ranking, que muestra también la evolución del comportamiento de pago de particulaes, empresas y administraciones públicas, España ocupa el décimo lugar, con un aumento de las pérdidas por impagos del 8% durante el último año y un ‘agujero’ de 28.630 millones de euros para 2011. Esta cifra es “cinco veces superior a la ayuda que España concederá a Portugal”, de entre 4.500 y 5.000 millones, según comunicó Elena Salgado, ministra de Economía, el pasado 17 de mayo.
En el caso concreto de España, Luis Salvaterra ha comentado también que el plazo medio de pago, de 106 días, duplica el europeo, estimado en 53 días. Además, ha señalado que, tras la entrada en vigor de la Ley de Morosidad, ni las administraciones públicas ni las empresas “han disminuido un solo día sus plazos de pago”.
En cuanto a los comportamientos de pago, el director general de Intrum Justitia ha querido incidir en la tendencia mostrada por los consumidores, puesto que, durante el último año, han aumentado sus plazos un 15% hasta los 68 días, 28 más que la media europea. Esto, según Salvaterra, pone de manifiesto “la necesidad de legislar también a los consumidores a través de la Ley de Morosidad, ya que sus impagos o retrasos pueden suponer la diferencia entre que una empresa continúe o no en el mercado”. Por su parte, las administraciones públicas se mantienen inalterables en los 153 días, y las empresas suben una jornada hasta los 99 días.
Por otro lado, las perspectivas de futuro tampoco son optimistas. Concretamente, el 32% de las empresas europeas cree que el riesgo de impago permanecerá igual e incluso aumentará, ya que sólo el 50% de las facturas se paga a tiempo.