La entidad que presiden a medias Enrique Goñi y Antonio Pulido ya ha recibido órdenes de compra en el tramo mayorista, aunque por el momento se mantiene la prudencia, ya que hasta dos días antes de que se fije el precio de salida a Bolsa el próximo día 18, los inversores institucionales pueden retirarse. Más tranquilidad se espera respecto al tramo minorista, donde según fuentes cercanas al banco la demanda, unos 100.000 clientes, ha doblado prácticamente a la oferta, unos 800 millones de euros. Banca Cívica va a salir a Bolsa a un precio de entre 1.342 y 1.889 millones de euros, según la banda de precios de sus acciones que se detalla en el folleto remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde el precio se fijó entre 2,7 y 3,8 euros por cada acción de la entidad. El descuento podría situarse en el entorno del 60% del valor en libros.
Un 50% de la oferta va dirigido al tramo institucional, un 48% al minorista y un 2% a empleados de la entidad. Unos porcentajes similares son los que maneja Bankia, que también debutará el 20 de julio. Fuentes cercanas a la entidad que preside Rodrigo Rato han señalado que ha captado ya al menos 1.400 millones de euros, sumando ambos tramos, un 40% del total esperado.
Bankia emitirá inicialmente 824,57 millones de acciones con un precio unitario que va desde 4,41 hasta 5,05 euros, con lo que conseguirá captar entre 3.636 y 4.164 millones de euros. No obstante, la oferta de títulos es ampliable en un 10%, 82,45 millones de acciones más, si las entidades colocadoras ejercitan su opción de compra, el denominado ‘green shoe’. Si se cumplen los pronósticos que maneja la entidad, Bankia podría conseguir al final entre 4.000 y 4.580 millones de euros con su salto a la renta variable. Los directivos del banco, no obstante, no se conforman y mantienen también una apretada agenda de ‘roadshows’ por el extranjero. La entidad saldrá a Bolsa con un descuento de aproximadamente el 54% de su valor en libros.
La CNMV exige que al menos un 40% de las ofertas de suscripción de las cajas se dirijan al tramo institucional, para que de este modo se logre una valoración de las entidades más acorde con el precio de mercados. El temor del regulador que preside Julio Segura es que las cajas, gracias a su poderosa red de sucursales, se dirigiesen sólo a sus clientes minoristas. De esta restricción ha logrado escapar CaixaBank. El banco de La Caixa, que ya estaba en el parqué bajo el nombre de Criteria, está participado en un 80% por la caja catalana y un 20% por accionistas minoritarios y empleados.