Clesa sí es propietaria de la marca de lácteos que produce

Economía

Clesa sí es propietaria de la marca de lácteos que produce

A diferencia de lo que ocurre con Dhul, Clesa S.A. sí es propietaria de la marca de productos lácteos que fabrica. Así lo recoge la web especializada en sellos comerciales markify.com, donde también aparece reflejado que otras sociedades de Nueva Rumasa ostentan la propiedad de las marcas que producen.

Fruco y Apis son propiedad de Carnes y Conservas Españolas S.A. (Carcesa), empresa que se encarga de su producción, aunque la lista no acaba ahí. Otras empresas del ‘holding’ de los Ruiz-Mateos también poseen las marcas que producen. Es el caso de Cacaolat S.A. (Cacaolat) y Clesa Helados S.A. (Helados Royne).

Sin embargo, la web recoge además un nexo común entre ellas. El despacho madrileño Elzaburu es el representante legal de las mismas, algo que han confirmado a EL BOLETÍN fuentes de la firma. Elzaburu, según esas fuentes, defiende jurídicamente estas marcas desde hace casi tres años.

No obstante, la representación de las marcas de Nueva Rumasa es más amplia. Elzaburu ha confirmado a este medio que también se encargan de otros sellos comerciales como el de los hoteles, chocolates, y el propio Rayo Vallecano.

Elzaburu, firma fundada en 1865, ha asegurado a este diario que los problemas por los que atraviesa este conglomerado no les afectan, ya que se encargan de representar a “más de 100.000 marcas”. En este sentido, el área de la propiedad industrial de la empresa actúa directamente ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) de Madrid, ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) de Ginebra, ante la Oficina Europea de Patentes (OEP) de Munich y ante la Oficina de Armonización del Mercado Interior (Marcas, Diseños y Modelos – OAMI) de Alicante, donde cuenta con otra delegación.

Por su parte, fuentes de Nueva Rumasa no han confirmado ni desmentido esta información, pero han insistido en que todo lo que ha hecho el grupo es “legal”.

Esta situación es distinta a la de Dhul ya que, en el caso de que Clesa, Cacaolat o Carcesa solicitasen el concurso voluntario de acreedores, algo que las fuentes financieras consultadas por este diario creen que hará Nueva Rumasa en los próximos días, los acreedores ordinarios de estas empresas tendrían menos problemas de cobro que los de la productora de postres, que se acogió a la situación concursal el pasado 14 de marzo y cuya marca pertenece a otra empresa.

La marca es el activo de mayor valor para una compañía, y si la firma que la comercializa es la misma que cuenta con la propiedad, su patrimonio es más elevado. Esto, según fuentes jurídicas, facilitaría el reembolso de la deuda pendiente a los acreedores ordinarios, que ocupan el tercer puesto en el orden de cobro por detrás de la banca y los organismos estatales, y que normalmente tienen que conformarse con las “migajas”.

Los acreedores de Dhul lo tienen más difícil. El patrimonio de esta sociedad es menor debido a que la firma que ha presentado el concurso de acreedores no es la propietaria de la marca. El sello comercial corresponde a la empresa Lerton Holdings, cuya sede se encuentra en Belice, un país ribereño del mar caribe. Este diario ha podido saber que el representante de la marca Dhul es un hombre llamado Charles P. Lapolla, que trabaja para el despacho Ostrolenk, Faber, Gerb & Soffen, con sede en Nueva York.

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