La Comisión Europea advirtió hoy a España de que no aceptará los recortes retroactivos en las primas a las energías renovables, pese a los problemas presupuestarios provocados por la crisis. Según ha explicado el comisario de Energía, Günter Oettinger, la medida cuestiona la seguridad que necesitan las empresas para planificar sus inversiones y pone en peligro los objetivos ‘verdes’ de la UE.
“Si alguien construye una planta de energía eólica, debe saber durante cuánto tiempo recibirá financiación y qué precio obtendrá por la electricidad”, ha resaltado el comisario de Energía. De hecho, el Ejecutivo comunitario no sólo critica el recorte de inversiones en renovables sino que pide a los Estados miembros que multipliquen por dos los fondos que dedican a las energías limpias, para que pasen de 35.000 millones de euros anuales a 70.000 millones de euros.
El recorte de las primas también amenaza con salpicar al sistema financiero. Los bancos portugueses y españoles se podrían ver obligados a vender parte de la cartera de créditos otorgados para desarrollar proyectos de energías renovables, valorada en 40.000 millones de euros, de acuerdo con los analistas consultados por El BOLETÍN.
Espirito Santo ha sido el primero en dar el paso, en un intento por mejorar el riesgo y el coste de financiación en el mercado mayorista. “En la medida en que el proyecto no sea rentable o tan rentable como sería necesario para poder hacer frente al pago de la deuda e intereses, puedes pasar a tener un problema de morosidad con su consecuente provisión”, apunta Nuria Álvarez, de Renta 4.
El miedo a esta situación es lo que está llevando a las entidades bancarias a replantearse sus inversiones. En caso de vender finalmente esas carteras de créditos, los expertos creen que los bancos “las sustituirán por crédito de nueva producción a tipos más altos o sencillamente no los sustituirán y dejarán más pequeñas sus carteras de crédito”.
La financiación de la banca a las energías verdes ha sido especialmente relevante en los últimos años, marcados por el boom de un sector que es muy intensivo en capital. Sólo en 2010, el Santander y BBVA fueron, respectivamente, la segunda y la cuarta entidad con más préstamos en el sector dentro de Europa, según Bloomberg.
En el sector de las energías renovables auguran una catástrofe similar a la de la industria inmobiliaria. “Los bancos se han quedado con las casas y ahora se van a tener que quedar con los huertos solares”, afirman.