El mercado ha dado su visto bueno al nuevo acuerdo alcanzado entre Telefónica y China Unicom. Las dos operadoras han estrechado lazos: La compañía española llegará al 9,7% del gigante asiático, que, a su vez, entra en el consejo del grupo presidido por César Alierta. Las acciones de la china han alcanzado su mayor precio en dos años. Mientras, en un Ibex que cedía más de un 1%, Telefónica ha escapado de las caídas.
Telefónica y China Unicom aumentarán sus participaciones cruzadas y con ello dan un paso más en su alianza iniciada en 2005. Ambas, que suman 590 millones de clientes (el 10% de la población mundial) invertirán en acciones de la otra el equivalente a 500 millones de dólares (unos 367 millones de euros al cambio actual).
Según los términos de este acuerdo, Telefónica alcanzará en un plazo de nueve meses el 9,7% de China Unicom, frente al 8,34% actual, y el gigante chino se hará en unos días con el 1,37% de la española frente al 0,89% que tiene desde finales de 2009. La española comprará a terceros las acciones de la asiática mientras que Unicom se hará con las acciones que Telefónica tiene en autocartera a un precio de 17,16 euros por título.
El acuerdo da continuidad al alcanzado en 2009, cuando las dos compañías invirtieron cada una el equivalente a 1.000 millones de dólares en la compra de acciones de la otra empresa y suscribieron una alianza estratégica. Además, supone una prueba más de la buena sintonía por la que atraviesan las relaciones comerciales entre España y China. De hecho, hoy se inauguró de forma oficial en Madrid la primera sucursal en España del banco más grande del mundo, Industrial & Commercial Bank of China (ICBC). El presidente y director ejecutivo de esta entidad, Jianqing Jiang, que estuvo presente en el acto, ha aprovechado su visita para reunirse con la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado.
Hoy también, la Comisión Europea anunció que ha abierto una investigación para determinar si la cooperación entre Telefónica y Portugal Telecom infringe las normas comunitarias. Bruselas duda de si el acuerdo entre ambos operadores de no competir entre sí en sus mercados nacionales respectivos hasta el 31 de diciembre de 2011 quebranta la legislación de la Unión Europea.
