Repsol y la china Sinopec crean un gigante energético

• La española mantendrá el 60% del capital de su filial brasileña

Repsol ha encontrado en China al socio que buscaba para explotar los importantes hallazgos realizados en Brasil. La petrolera española se ha aliado con Sinopec para crear un gigante energético en Latinoamérica, que no sólo se asegura caja para financiar las extracciones de crudo y liberar dinero para otras cuestiones como el pago de dividendo. También consigue un socio con mucho capital que le abre la puerta a proyectos en la potencia asiática. Repsol Bra­sil realizará una ampliación de capital por más de 7.100 millones de dólares que será suscrita en su totalidad por Sinopec. El precio, que supera las previsiones iniciales, supone valorar la empresa energética, en cerca de 17.800 millones de dólares. Actual­mente, los activos de Repsol en Brasil se valoran en 10.664 millones de dólares. La española mantendrá el 60% del capital social de la compañía y Sinopec, el 40%

Peso creciente. La operación también es otra señal del creciente peso de China en la escena energética internacional, un país que necesita acceder al mercado de las materias primas para respaldar su expansión económica. Desde enero del año pasado y en plena crisis económica, las tres mayores petroleras del gigante asiático han gastado 36.000 millones de dólares para adquirir activos de petróleo y gas. Brasil es un objetivo clave para la inversión china, con acuerdos en el sector de las ‘commodities’ valorados en 4.300 millones de dólares, que ya han sido firmados este año, en comparación a los 362 millones de dólares de 2009, según Dealogic. Los grupos asiáticos no son desconocidos para Repsol. China National Petro­leum Company (CNPC), matriz de Petrochina, el ma­yor conglomerado petroquímico del país, ya estuvo interesado en la compra de YPF, la filial argentina de la petrolera española, por la que llegó a realizar una oferta superior a los 14.000 millones de dólares el pasado año, según se hicieron eco algunos medios.

Peso. A cada paso dado en Brasil (ya sea por el logro de un contrato, la compra de una empresa o el aumento de posiciones en una filial) la Bolsa suele responder con alzas de la compañía protagonista. Es una reacción que se repite al menos durante los tres últimos años y que demuestra cómo el país cuenta con la confianza de los inversores institucionales.

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