Portugal y España, dos de los países de la zona del euro sobre los que más rumores circulan en los mercados de cara a un posible rescate de la UE, han comenzado el nuevo año con la intención de disipar todos los temores de los inversores. El Estado luso ha decidido reforzar la solvencia de Caixa Geral de Depósitos (CGD), mientras que los bancos españoles se preparan para publicar su exposición al ladrillo a finales de mes.
El Estado portugués, único accionista de la CGD, ha anunciado hoy una ampliación de capital de 550 millones de euros. En un comunicado enviado a la CMVM (regulador luso), el banco ha señalado que los 110 millones de acciones fueron “totalmente suscritas y desembolsadas en efectivo por el Estado para el valor nominal de cinco euros cada una”. El banco público ha explicado que la ampliación de capital tiene como objetivo “fortalecer la solidez de la institución y garantizar la mejora y el mantenimiento de la solvencia y la capitalización en los ratios apropiados”.
Mientras Portugal refuerza su banca, en España los esfuerzos del Banco de España (BdE) se dirigen a aumentar la transparencia y disipar así los temores de los inversores. En esa línea, bancos y cajas de ahorros ofrecerán a finales de enero información pormenorizada acerca de los 70.000 millones de euros en activos inmobiliarios que se han visto obligados a adjudicarse desde que se inició la crisis.
Las entidades suministrarán estos datos sobre su exposición al mercado inmobiliario y de la construcción con la misma profundidad que la contenida en los test de resistencia que se aplicaron al sistema financiero español en julio del pasado año. De hecho, el objetivo de la nueva información es provocar un efecto similar al de estas pruebas, que lograron reabrir los mercados de deuda para la banca española.
Ahora, con los mercados cerrados, no emite ninguna entidad desde noviembre, esta nueva muestra de transparencia intenta devolver la tranquilidad al mercado. De momento, Santander y BBVA podrían estar ya preparando sendas emisiones de deuda, según Expansión. Además, por si se necesitase más dinero público para concluir la restructuración del sector financiero, el FROB prepara, según publica El Mundo, una emisión de 5.000 millones de euros. El BdE cifra en 180.800 millones de euros la exposición potencialmente problemática de la banca española al sector de la construcción y la promoción.