Banco Popular ha quemado un cartucho más para llevar a buen puerto su próxima y abultada ampliación de capital. La entidad ha echado mano de su registro de clientes y, según ha podido saber EL BOLETÍN, ya son muchos ahorradores los que han recibido llamadas de gestores de la entidad para explicarles la “oportunidad de inversión” que esta operación supone.
Varios clientes de la entidad, algunos de ellos con una vinculación que no va más allá de una cuenta corriente de ahorro al uso, dicen haber recibido llamadas en los últimos días invitándoles a visitar su oficina del Popular habitual para informarles sobre la posibilidad de invertir en la referida ampliación. Algunos incluso comentan con esta publicación que, al acudir a una sucursal a realizar cualquier trámite de ‘mesa’, los gestores de la entidad informan de la posibilidad de ser accionista de la entidad en un movimiento que aún está por cerrarse.
Es así, que los clientes del banco que han comentado la situación con este portal no recibieron información alguna sobre precios, inversión mínima o cuestiones similares. Más bien, vieron en las llamadas y comentarios una “especie de tanteo para ver con quién contar más adelante”, como lo definía uno de los clientes de la entidad que preside Ángel Ron. Y es que, aunque el Popular espera captar hasta 2.500 millones de euros con la operación, aún no están definidos ni precios, ni importes finales, ni tan si quiera si habrá derechos de suscripción preferente.
En cualquier caso, expertos consultados al respecto apuntan que las dificultades con las que el Popular se está topando a la hora de buscar inversores que respalden su necesaria ampliación para cumplir con los requisitos de solvencia exigidos por el Gobierno de Mariano Rajoy, incluso entre sus actuales accionistas institucionales de referencia, parecen haber obligado a la entidad a ampliar su ratio de búsqueda. Una opción que, en cualquier caso, también podría resultar más que compleja, advierten los analistas.
Si bien la comercialización de acciones de una ampliación de capital no requiere tanto proceso burocrático como la colocación de otro tipo de activos, el fiasco de las recientes aventuras bursátiles de otras entidades de crédito no siembran el mejor terreno para las intenciones del Popular. Buen ejemplo, ahora en la mente de la gran mayoría de ahorradores e inversores, son las salidas a Bolsa de Bankia -ahora nacionalizada y a precios muy inferiores a los de su colocación- y Banca Cívica -ya absorbida por CaixaBank a un precio inferior al de su debut bursátil- por no citar los duros golpes de cotización que entidades como el Sabadell se han apuntado en una ampliación tras otra para cumplir con los requisitos de solvencia marcados por Moncloa.
Ayer, el Popular comunicó en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que “ha recibido ya expresiones de interés que se formalizarán en próximas fechas de suscribir dicho aumento de capital por parte de los accionistas de referencia representados en el consejo de administración del banco”.
Entre los accionistas institucionales de referencia de Banco Popular se encuentran la Fundación Barrié de la Maza, Allianz, Crédit Mutuel, Americo Amorim y la Unión Europea de Inversiones. Entre estas cinco instituciones ostentan el 24 % del capital de la entidad.
Mientras, los analistas ya especulan con el futuro del banco. Recientemente, varios informes llegaron a apuntar a descuentos de hasta el 73% para las nuevas acciones del presidido por Ángel Ron. De poco servirá con este escenario la prohibición de posiciones cortas que el regulador del mercado pretende ampliar hasta febrero para salvar una ampliación que la mayoría de operadores de Bolsa se promete bajista y, por tanto, recomienda ver desde la barrera a sus propios clientes.