Los Gobiernos autonómicos de Cataluña, País Vasco y Andalucía presionan a ‘sus cajas’ para que agilicen sus procesos de fusión y no pierdan peso en el nuevo mapa financiero. Patxi López no quiere que BBK, Kutxa y Vital se queden al margen del proceso de reestructuración. José Antonio Griñán quiere integrar a la malagueña Unicaja y la sevillana Cajasol y José Montilla presiona al consejo de Caixa Laietana para que anuncie la ruptura del acuerdo con la fusión fría (SIP) de Caja Madrid y opte por otras alternativas.
Estos movimientos se producen cuando sólo faltan tres semanas para que finalice el plazo que estableció el Banco de España para que las entidades puedan solicitar ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El lehendakari ha abogado hoy en el Parlamento Vasco por que a lo largo de esta legislatura las tres cajas de ahorros regionales realicen “movimientos de integración”, aunque no ha concretado cuál debería ser el escenario final de los mismos. Pese a insistir en que BBK, Kutxa y Vital se encuentran “dentro del grupo de entidades de ahorro que gozan de una situción de privilegio por su solidez”, ha reconocido que las cajas vascas deberían replantearse la situación debido a los últimos movimientos en el sector. Las tres entidades del País Vasco, aseguró López, suponen el 4,6% de los activos de las cajas españolas.
En Cataluña, la Generalitat presiona al consejo de Caixa Laietana para que rompa su acuerdo con Caja Madrid, y opte por otras alternativas, como el de las catalanas Unnim (Caixa Terrassa, Sabadell y Manlleu). Fuentes del Gobierno catalán, consultadas por EL BOLETÍN, aseguran que su intención es evitar que Caixa Laietana pierda peso en el grupo fusionado. “Tenemos derecho de tutela y por eso podemos hacer esta recomendación”, añaden.
Mientras, en Andalucía y tras el fiasco de Cajasur, el Gobierno estaría impulsando una fusión fría entre Unicaja y Cajasol.
De cualquier forma, los procesos de unión que están en marcha reducirán el número de cajas de ahorros a más de la mitad, ya que de las 45 que había antes de la crisis, se pasará a 22.
La CECA considera que la reestructuración del sistema financiero español camina “a gran velocidad” y la previsión a día de hoy es que, al final del proceso, España se quede “con 20 cajas de ahorros, en lugar de las 45 actuales”, según aseguró hace unos días el director general de la CECA al Financial Times. Es la primera vez que la patronal admite que la recomposición del sector podría estar tocando a su fin.
Las únicas cajas que por el momento se encuentran fuera del proceso de reestructuración del sector son Bancaja, Ibercaja, Caja Badajoz, BBK, Caja Círculo, Caja Ontiyent, Pollensa, Kutxa, Vital y Caja Inmaculada.