En declaraciones a EL BOLETIN, un portavoz de Nueva Rumasa ha admitido que aún no disponen de un intermediario financiero para comercializar sus pagarés, sino que lo único que está en marcha es un “principio de acuerdo” con MG Valores. Desde la compañía aseguran que las presiones de la CNMV, que justo hace unos días tuvo que lanzar otra advertencia, y la lentitud de trámites administrativos les ha obligado a emitir la comunicación en la que hacía referencia al posible acuerdo con el intermediario financiero.
“Todo el mundo sabe como son los abogados que se encargan de estas operaciones, exigen muchos requisitos. Hasta el lugar de las comas y los puntos”, afirmó el portavoz. Nada está cerrado y Nueva Rumasa podría enfrentarse a una acusación de infracción muy grave si continúa comercializando directamente los pagarés, sin intermediario. Pasan los días y la compañía parece no tomar una determinación para adaptarse a la ley.
El pasado 13 de abril entró en vigor el Real Decreto 6/2010 en el que se exige que las colocaciones de emisiones consideradas “no públicas”, es decir, las destinadas al público general y no a inversores cualificados, y en las que se emplee cualquier forma de comunicación publicitaria deben contar con la “intervención de una entidad autorizada para prestar servicios de inversión a efecto de la comercialización de los valores emitidos”. Desde mediados de mes, la impasibilidad de Nueva Rumasa se hace patente. Es más, dice en el comunicado, la comercialización a través del intermediario afectará a las futuras emisiones.
Nueva Rumasa prepara una nueva emisión de sus polémicos pagarés. Las compañías de Ruiz Mateos han anunciado que la renovada campaña de deuda será efectuada por una de sus empresas, en este caso Cacaolat. Sin más detalles que aportar al respecto por parte de los portavoces de Nueva Rumasa, parece que la estrategia de buscar financiación en el mercado continúa.
